Ahora que la escuela ha vuelto a la sesión, los equipos deportivos están comenzando en todo el estado. Participar en deportes puede aumentar la coordinación física, el estado físico y la autoestima. Los deportes de equipo como el fútbol y el béisbol enseñan a los niños y adolescentes sobre el trabajo en equipo y la autodisciplina.
Entonces, ¿Cuándo estará listo su hijo para participar? La edad y el tamaño no deberían ser las únicas medidas; si expresa un gran interés y cree que puede manejarlo, programe a su hijo para un examen físico deportivo para determinar si está lo suficientemente saludable como para participar en el juego. Estos exámenes físicos pueden revelar las fortalezas y debilidades físicas de su hijo y ayudarlo a evitar lesiones innecesarias que podrían ocurrir si participa en un deporte para el que no es apto.
Cada año, más de 2,6 millones de niños menores de 19 años visitan el departamento de emergencias por lesiones relacionadas con los deportes. Los niños corren un mayor riesgo que los adultos de sufrir lesiones deportivas porque aún se están desarrollando, especialmente si practican un deporte de contacto. Para ayudar a los niños y adolescentes a evitar lesiones, asegúrese de seguir estas reglas:
1. Use equipo de protección.
El equipo de seguridad debe ser artículos específicos para el deporte, como gafas, protectores bucales, rodilleras o cascos. Asegúrese de que todo el equipo calce correctamente y esté en buenas condiciones de funcionamiento. Si su hijo debe usar anteojos mientras juega, deben estar hechos de vidrio que no se rompa para evitar lesiones en los ojos.
2. Evite la “exageración.”
Los niños deben tomar descansos frecuentes durante los deportes extenuantes para evitar lesiones por uso excesivo, como pequeños desgarros y fracturas musculares.
3. Hidrátese
Cuando practique deportes al aire libre durante los meses más cálidos, asegúrese de que su hijo se mantenga hidratado bebiendo líquidos antes, durante y después de un juego o partido. El sudor perdido durante los deportes debe ser reemplazado con cantidades iguales de líquidos cada hora de actividad deportiva intensa. Los síntomas comunes de deshidratación incluyen sed extrema, debilidad y dolor de cabeza; si su hijo muestra estos signos, asegúrese de que reciba líquidos de inmediato.
4. Reconozca los signos de una lesión.
El tratamiento rápido puede evitar que una lesión se vuelva más grave o cause un daño permanente. Nunca se debe alentar a los niños a “jugar con el dolor”. Por muy ansiosos que estén sus hijos por volver al juego, no hay razón para volver corriendo después de una lesión. Asegúrese de que esté completamente libre de síntomas antes de reanudar el juego; un atleta joven debe tener un rango completo de movimiento y no tener dolor ni hinchazón en el área afectada.
Hacemos todo lo posible para mantener a nuestros niños seguros y activos, pero las lesiones ocurren. Cuando lo hagan, nuestra Clínica Deportiva de los Sábados en OrthoArkansas puede ayudar. Todos los sábados por la mañana durante la temporada deportiva, OrthoArkansas está abierto para evaluar y diagnosticar lesiones, facilitar la rehabilitación y preparar a los atletas para que se recuperen para el próximo gran juego. Para obtener más información, llame a Baptist Health HealthLine al (501) 227-8478 o al número gratuito 1-888-227-8478.