Por Valerie Forrest, PT, DPT en Baptist Therapy Center-Bryant
Correr puede ser una excelente actividad para bajar la presión arterial y mejorar la salud mental y del corazón. Ya sea que sea nuevo en el mundo de las carreras o un corredor experimentado, varias lesiones comunes pueden impedir que disfrute de su carrera. Las tres lesiones más comunes son la rodilla de corredor, los calambres en las piernas y la fascitis plantar.
1. Rodilla de Corredor
Casi el 40% de las lesiones por correr involucran la rodilla. El más común es la rodilla de corredor, también llamada dolor patelofemoral. La rodilla de corredor se caracteriza por dolor debajo o alrededor de la rótula y puede empeorar al correr, ponerse en cuclillas, subir escaleras, saltar u otras actividades repetitivas. La debilidad de los músculos del muslo y la cadera, el pie rodando hacia adentro al correr y el uso excesivo son causas potenciales de dolor patelofemoral.
2. Periostitis Tibial
Cuando se ejerce una tensión excesiva sobre la tibia (hueso de la espinilla), los resultados pueden ser muy dolorosos. Este dolor se llama síndrome de estrés tibial medial, comúnmente conocido como calambres en las piernas. Los síntomas pueden incluir dolor durante o después del ejercicio, dolor agudo al tocar el área sensible y, por lo general, empeoran con la actividad. Los corredores con un arco plano o sobrepronación, aquellos con lesiones previas o aquellos con un índice de masa corporal más alto tienen más probabilidades de experimentar calambres en las piernas.
3. Fasciitis Plantar
Hasta el 15 % de los corredores pueden experimentar fascitis plantar, y es la lesión más común que afecta al pie al correr. Los síntomas de la fascitis plantar generalmente se describen como dolor en la parte inferior del pie que con frecuencia empeora al dar los primeros pasos en la mañana, después de largos períodos de actividades en los pies y con ejercicio intenso, como correr y saltar. Además, los pies planos, la poca flexibilidad de los músculos de la pantorrilla, un aumento repentino en la duración o la intensidad de las actividades y el calzado inadecuado pueden contribuir al desarrollo de la fascitis plantar.
Las lesiones pueden ser frustrantes, pero no tienen por qué impedir que disfrutes de una carrera cuando se tratan adecuadamente. Los tratamientos simples en el hogar, que incluyen hielo y reposo, pueden ayudar a reducir los síntomas. Sin embargo, si los síntomas persisten o empeoran, puede ser el momento de contactar a su médico. Los médicos suelen referir a las personas con lesiones por correr a fisioterapia. Un fisioterapeuta puede identificar y tratar las lesiones por correr más comunes y hacer que vuelvas a la actividad.