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Síntomas de La Enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad crónica que destruye lentamente las células cerebrales que producen una sustancia química llamada dopamina. La dopamina ayuda al cerebro a dirigir los músculos y las extremidades para que se muevan con determinación y sin problemas. La disminución de la dopamina puede provocar síntomas como temblores, rigidez de las extremidades, movimientos lentos, postura encorvada y falta de equilibrio y coordinación.

Alertas Tempranas

Sin embargo, antes de que aparezcan estos signos claros, puede haber indicios más sutiles de que algo anda mal. Los primeros signos de la enfermedad de Parkinson pueden incluir depresión, fatiga y pérdida de memoria.

La letra de las personas puede volverse apretada y espesa. Pueden sentirse temblorosos y tener problemas para levantarse de una silla o perder el hilo de una palabra o pensamiento. Pueden notar que su habla es demasiado suave para que otros la escuchen.

Además, el rostro de una persona puede carecer de expresión y animación. A esto a veces se le llama cara enmascarada.

Progresión De Los Síntomas

El Parkinson progresa más rápidamente en algunas personas que en otras, dice el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS).

Los síntomas y su intensidad también varían. No todas las personas experimentan los mismos síntomas o en el mismo orden. Algunas personas quedan bastante discapacitadas, mientras que otras experimentan temblores y rigidez leves.

Aquí hay una mirada más detallada a los síntomas clásicos:

Temblores

Los movimientos de temblor suelen comenzar en la mano y, a veces, en la mandíbula o el pie, según NINDS.

Se vuelven más obvios cuando la mano está en reposo o si la persona está estresada. Al comienzo de la enfermedad, los temblores y otros problemas de movimiento suelen afectar solo un lado del cuerpo.

Los temblores rara vez son incapacitantes y generalmente desaparecen cuando una persona está dormida o mejoran con movimientos intencionales.

Rigidez

La mayoría de las personas con Parkinson experimentan rigidez y resistencia al movimiento, dice el NINDS.

Debido a los efectos de la enfermedad en el cerebro y las señales interrumpidas que envía a los grupos de músculos, los músculos pueden tensarse constantemente, lo que resulta en rigidez, dolor y debilidad.

Bradicinesia (movimientos lentos)

La bradicinesia es la desaceleración y pérdida de movimientos que el cuerpo realiza automáticamente.

Los síntomas son impredecibles. A veces, una persona puede moverse normalmente, pero luego no puede moverse en absoluto. Actividades simples como lavarse o vestirse pueden volverse extremadamente difíciles o incluso imposibles.

Postura y equilibrio deteriorados

Algunas personas con Parkinson desarrollan una inclinación hacia adelante o hacia atrás, pierden el sentido del equilibrio y pueden caerse fácilmente.

El Parkinson también puede hacer que las personas desarrollen una apariencia encorvada, con los hombros caídos y la cabeza colgando. A medida que avanza la enfermedad, es posible que algunas personas no puedan caminar con facilidad. Pueden congelarse a mitad de un paso o caerse.

Emoción y otros síntomas

Otros síntomas pueden ser:

Depresión. Al principio de la enfermedad, incluso antes de que los síntomas se vuelvan notorios, la persona puede sentirse deprimida. Estos sentimientos pueden intensificarse más adelante con los medicamentos que se usan para tratar la enfermedad de Parkinson. Una persona debe hablar de sus sentimientos con un médico. Los medicamentos para la depresión pueden ayudar.

Cambios emocionales. Las personas con Parkinson también pueden volverse inseguras, tener miedo de viajar o socializar, o enojarse o ser pesimistas.

Pérdida de memoria, pensamiento lento. No se sabe si el Parkinson daña la inteligencia de una persona. Según NINDS, algunas personas tienen dificultades para concentrar sus pensamientos, pero siguen siendo capaces de razonar.

Dificultad para tragar y masticar. En las etapas posteriores de la enfermedad, los músculos que se utilizan para masticar y tragar funcionan de manera menos eficiente. Las personas pueden ahogarse o babear. Sin embargo, los medicamentos pueden ayudar a compensar estos problemas.

Habla suave o monótonamente, arrastra las palabras y habla demasiado rápido. Los problemas del habla afectan aproximadamente al 50% de las personas con Parkinson, según  NINDS. La terapia del habla puede ayudar a las personas a superar algunos de estos problemas.

Estreñimiento o problemas urinarios. La pérdida de movimientos automáticos que acompaña al Parkinson puede provocar incontinencia, estreñimiento o dificultad para orinar. Una persona debe hablar de cualquiera de estos problemas con un médico.

Pieles grasas o secas. El funcionamiento inadecuado del cerebro puede provocar una piel grasa o muy seca.

Insomnio. Las personas con Parkinson pueden experimentar pesadillas, sueño inquieto, sueños emocionales y somnolencia diurna. Los investigadores no han determinado si estos síntomas están relacionados con la enfermedad o con los medicamentos utilizados para tratarla. El NINDS advierte que las personas no deben tomar somníferos de venta libre sin consultar a un médico.